lunes, 30 de abril de 2012

Histórica visita a la Clarisas de los Patrones de la Ciudad

En la mañana del domingo 29 de abril, IV de Pascua y día del Buen Pastor, las veneradas y protectoras imágenes de Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Sra. de Monserrate, Patrones de Orihuela y su Huerta, hicieron una salida extraordinaria e histórica con motivo del VIII centenario de la fundación de las Clarisas. A las diez de la mañana se inició esta peregrinación desde la Iglesia de santa Ana (PP. Franciscanos). La imagen del Patrón fue precedida por el guión de la OFS y M.I. Mayordomía y más de un centenar de nazarenos (no sólo del tercio de Ntro. Padre Jesús, sino también del resto de pasos que componen la cofradía). Según nos comentaron desde el Consejo de la Orden Franciscana Seglar asistieron todos los nazarenos de todos los turnos que portan a Ntro. Padre Jesús durante las procesiones de Semana Santa. La escolta al "Nazareno" no podía ser otra que la Centuria Romana "Armaos". 



  

 

A las diez y media se llegó al Santuario de Ntra. Sra. de Monserrate y allí se incorporó la Patrona al cortejo, que fue abierto por cuatro acólitos con cruz guía, ciriales e incensario. La Archicofradía y camareras iban escoltando y acompañando a la Virgen de Monserrate.

Al paso de las imágenes por las diferentes calles muchos oriolanos se iban incorporando a la romería. Las campanas de las iglesias por donde discurría el cortejo tocaban en honor de los Patrones y de alegría por el día festivo e histórico que estaba viviendo Orihuela.

Por el centro histórico fue desarrollándose esta peregrinación con multitud de gente y con los sones de la banda de los Armaos que iban marcando un paso "marcial  y alegre" propio de sus pasacalles. Pudimos oír las marchas populares de la Anunciación de la Jota y el Arroz con Col, entre otras.

La llegada a la Calle san Juan fue emotiva. Balcones y ventanas estaban adornados con diferentes cobertores y banderas. Llenas estaban las aceras de gente y fotógrafos para no perder las instantaneas  de esos momentos irrepetibles e inauditos.  Y repletas  estaban las más de quinientas sillas que se instalaron para la celebración. 

La recoleta iglesia de san Juan de la Penitencia estaba a rebosar desde primera hora y fue muy difícil acceder a ella. Las imágenes y autoridades fueron recibidas en las puertas del templo clariano por la Madre Abadesa Sor Esperanza. 

Los aplausos y los vivas fueron resonando en la estrecha calle y en el interior de la iglesia, donde fueron introduciéndose las autoridades y las imágenes patronales. 







La celebración de la Eucaristía fue presidida por el Padre Guardián de los franciscanos Fray Fernando Cuenca Molina y co-presidida por el M.I. Sr. D. Ginés Ródenas Murcia, Canónigo de la S. I. Catedral. Como nota curiosa se nos informó desde la comisión organizadora que se consagraron seiscientas formas. El coro que participó en la celebración fue el  parroquial "Ecce Homo" de Molins dirigido por D. Francisco Baños.




Tras la celebración eucarística se entregaron unos diplomas acreditativos a las instituciones participantes y unas emotivas palabras de la Abadesa, que no pudo terminar por la emoción, pusieron el punto final a la Misa. Tras esto las fotos de rigor con autoridades, comisión, mayordomía, archicofradía y armaos... y en general con cuantos quisieron estar cerca de los patrones de la ciudad. 

Sobre la una y media de la tarde se inició el trayecto de retorno a sus respectivos templos. Situación idéntica a la de la mañana. Multitud de fieles, campanas, aplausos y alegría compartida.



 

 

Las imágenes que se pudieron presenciar a la luz del día fueron realmente hermosas e inéditas, salvo aquellas excepciones ocasionadas por la climatología adversa en Semana Santa o momentos estraordinario del Jubileo de la Patrona en 2006. 

A las dos y media llegaba el cortejo al Santuario de Monserrate y allí se produjo la despedida y encuentro de las dos imágenes y  homenaje de los Armaos. Cerca de las tres de la tarde llegaba Ntro. Padre Jesús a su capilla en el Convento de santa Ana.



martes, 17 de abril de 2012

LOS PATRONES DE ORIHUELA VISITARÁN A LAS CLARISAS





El domingo 29 de abril las veneradas imágenes de los patrones de Orihuela, Ntro. Padre Jesús y la Virgen de Monserrate, acompañados por los "Armaos"peregrinarán hasta el Convento de San Juan de la Penitencia (Clarisas) para compartir una celebración con las religiosas de Santa Clara, en el contexto del VIII centenario de la fundación de la orden religiosas.

El horario será el siguiente:

10.00 h: salida desde el Convento de Santa Ana con la imagen de Ntro. Padre Jesús escoltado por la Centuaria Romana.
10.30 h: parada en el Santuario de Ntra. Sra. de Monserrate. Encuentro de ambas imágenes. Romería por el centro histórico hasta la iglesia de San Juan de la Penitencia.
11.30 h: Solemne Eucaristía Jubilar. Cantará el Coro "Ecce Homo" de Molins dirigido por D. Francisco Baños.

Tras la celebración de la Misa traslado de vuelta de las veneradas imágenes hasta sus respectivos templos escoltadas por la Centuria Romana.





miércoles, 11 de abril de 2012

ÚLTIMOS RETAZOS DE LA SEMANA SANTA 2012


Termina una Semana Santa más, la de este año 2012. Las previsiones atmosféricas no se han terminado de cumplir, por suerte. Y ha sido una Semana Santa, a pesar de todo, tranquila. Novedades, las justas. La crisis económica y el alto listón establecido por las propias cofradías pueden ser causa de no haber incorporado nada nuevo.  Aunque no es menos cierto que sacar una procesión a la calle cuesta mucho dinero y en los tiempos que corren es una “gran novedad”. La Cofradía del Perdón ha sido la valiente y ha apostado por varias innovaciones y mejoras, de las que luego daremos cuenta.


Todo se ha desarrollado con normalidad y sin necesidad de resaltar algún incidente, pero esta Semana Santa ha dejado a visible varias cosas. En primer lugar nadie negará la estética y belleza de una procesión por el casco histórico. De forma especial en las calles del Ángel,  Santa Justa, Marqués de Arneva, Francisco Díe y  Santiago  hasta llegar a Monserrate. Se trata de una zona monumental. De estrechas callejuelas. Donde los ecos de las bandas de música y tambores resuenan en la cercana peña. La luz se hace más tenue y envolvente. La densidad de público, y por ende el jolgorio, es menor. Pero hay un par de problemas que deberían solucionar las autoridades: los cables al aire que salpican el recorrido (prácticamente desde el inicio de la procesión)  y el deficiente (por el desgaste o por su mala ejecución) adoquinado.


Las cofradías han ido desarrollando sus “traslados” hasta el Santuario de Monserrate para, desde allí, realizar la “Procesión” que tiene base histórica y sentido pleno en la cronología de la pasión. 


El Domingo de Ramos por la tarde los Armaos se lanzaron a la calle. No podían esperar. Orihuela los reclamaba y ellos se dejaron querer. Estaban de estreno. Sus cargos para esta Semana Santa y la siguiente lucían sus mejores galas, y es que era Domingo de Ramos y como manda la tradición y el refrán,  había que estrenar.  La nota emotiva la puso el padre del Emperador José Luis Agulló, que a pesar de haber pasado más de quince días hospitalizado se encontraba en plena forma realizando fotos con el móvil a su hijo. Hay que decir que D. Antonio Agulló, emocionado padre del emperador, tiene 95 años y nadie pudo seguirle el ritmo.  La Centuria estrenó dos banderines nuevos correspondientes a  la Junta Mayor y a la Cofradía de la Cena.


Las Mantillas hicieron su puesta de largo para acompañar a la Virgen de los Dolores.  La primavera oriolana y la protagonista lo merecían. Trajes negros. Mantilla y peina. Luto español. Las mujeres oriolanas se eclipsaron para dejarle paso a Ella.  Este año las concejalía de turismo ha tenido el acierto de que Ntra. Sra. de los Dolores sea imagen central de la campaña de promoción de la Semana Santa.


La tarde clara dejó paso a la noche negra y morada. Zalamea y Azotes pusieron en las calles sus imágenes titulares y sus nazarenos. Una procesión que cada año sobrecoge y aumenta en penitentes. El paso del Cristo de Zalamea en  silencio, roto por el chasquido metálico de los mozos de los portadores, es una sensación única y escalofriante. 



Poco  a poco se iba llenando el Santuario de la Patrona de Orihuela de imágenes, cirios, tronos, banderas y de un intenso aroma a flores que perdurará en este templo rabalochero  durante varias semanas. 


El Lunes Santo la Cofradía de la Samaritana y la Hermandad del Prendimiento realizaron una procesión que cada año mejoran y superan. Orden y participación fueron las notas dominantes. Las esculturas de los cinco grupos escultóricos, de forma especial las de Federico Coullaut-Valera, hablaban por si solas.  La Samaritana volvió a deleitarnos con la presencia de los militares (que pronto marcharán a Afganistán) de la III Bandera Ortíz de Zárate de Javalí Nuevo (Murcia) y el paso de la Negación de San Pedro (Prendimiento) pudo ser estrenado y completamente terminado Lunes Santo.



El día de las novedades fue sin duda el Martes Santo. La Cofradía del Perdón ha estado realizando durante los últimos cuatro años  una auténtica renovación. En los pasados 2009 y 2010 se restauró la imagen de María Santísima del Perdón y la de Ntro. Padre Jesús de la Caída, titular de la cofradía. En el presente año 2012 se ha elaborado un nuevo palio, imitando al anterior, para la Virgen y la imagen del Cristo del Calvario ha sido sacada a hombros por primera vez.  Más de 50 cofrades han portado a Cristo crucificado sobre el trono de plata de orfebre granadino Rafael Moreno y adaptado para tal fin por el malagueño  Antonio Cabra. El Martes Santo no se libró de la lluvia. Mas truenos que agua pusieron la nota de suspense a primeras horas de la tarde. Enseguida escampó y todo salió sin problemas.  A lo largo de la procesión se dedicaron varias saetas a los pasos del Perdón. El Calvario entró con emoción pero sin dificultades en Monserrate.



La tarde del Miércoles Santo causó sobresaltos  varios. Hizo una mañana bastante buena  que acompañó el trasiego del ir y venir de nazarenos comprando caramelos y preparando los últimos detalles.  Al filo de las cuatro de la tarde se oscureció y empezó  a llover tranquilamente pero insistencia. Las llamadas y las preguntas corrieron por las redes sociales y los móviles. La procesión se retrasó una hora y entre pequeñas gotas y un cielo algo amenazante el Patrón salió de su capilla para cumplir la tradición de la tarde en la que le “agrada llamarse Padre”.  Un ritmo ágil y dinámico marcó una procesión que habitualmente suele ser más larga, dado el alto número de participantes.



Las previsiones para la noche del Miércoles no eran mejores. Aunque la tregua dada por el tiempo permitió que La Cena y El Lavatorio sacaran sus imágenes. Sin embargo a eso de la una de la madrugada, cuando los pasos del Lavatorio desfilaban por la Calle Francisco Díe y Santiago comenzó a llover. Rápidamente se procedió a llegar cuanto antes a Monserrate y resguardar las imágenes. No con la solemnidad habitual con qué lo hacen pero no faltó el Oriamendi y los vivas a la Esperanza. 



Las previsiones meteorológicas para la recta final de la semana (Jueves, Viernes, Sábado Santo y Domingo de Resurrección) no eran nada halagüeñas pero al final fueron los días más espléndidos. El Jueves Santo, tras la celebración de la Misa “In Coena Domini”, los oriolanos visitaron los monumentos eucarísticos y el Santuario de Monserrate, donde los Cantores de la Primitiva Pasión “Federico Rogel” interpretaron  La Pasión. 



La noche del Jueves Santo llegó sin que nos diéramos cuenta. El cielo azul y despejado de la tarde dio paso a las estrellas y a la luna, casi llena, del mes de Nisan judío. Multitud de gente se citó en la Plaza de Santiago, frente a la puerta de la capilla de la comunión. Poco a poco se fueron apagando las luces, las voces, los relojes. Todo quedó enmudecido para que las calles de Orihuela recibieran al Cristo del Consuelo. La sierra, las piedras envejecidas de los monumentos, las calles y plazas iluminadas con resplandor plateado de la luna. 



Y nada más comenzar el Viernes Santo, a las dos de la madrugada, otro crucificado hizo su aparición en otro monumento nacional. El Cristo de la Buena Muerte. Queriendo recuperar la madrugada oriolana, esta hermandad hizo una procesión en la que el aroma a incienso y vainilla impregnó el ambiente.  Sermón de las siete palabras, miserere y funerales de Henrry Purcell llenaron unas solitarias calles del viejo casco histórico.



El Viernes Santo despertó soleado y cálido. Largas colas en Beamut para comprar los últimos caramelos. Retoques en Monserrate para los pasos. Flores de última hora.  Detalles a tener en cuenta.  Numeroso público asistió a la Procesión General.  Al filo de la una de la madrugada se produjo la despedida a Ntro. Padre Jesús.



Tras esto se produjo la vuelta de las imágenes de la Orden Franciscana Seglar y M.I. Mayordomía de Ntro. Padre Jesús hasta el Convento de Santa Ana (PP. FF). Una multitud de gente de diferentes cofradías, anónimos devotos y miembros de la Mayordomía del Patrón acompañaron a los pasos por el Rabaloche, Capuchinos y San Francisco. Como dice el Canto de la Pasión “Por ventanas y balcones mucha gente se asomaba…” al paso del Nazareno.  Pasadas las dos de la madrugada llegaba Ntro. Padre Jesús a su capilla. Allí esperará la próxima salida, el próximo encuentro con su pueblo. 



El Sábado Santo, como le corresponde a un día con un protocolo muy marcado, fue prácticamente inalterable. Destacando la bondad y emotividad del discurso del Caballero Cubierto 2012, Andrés Javaloy Gea, tan comprometido social y cristianamente como su  propia vida.



El riguroso protocolo y estricto luto del Santo Entierro dio paso a la blancura  y alegría de la Resurrección. Este año celebraron el 25 aniversario desde su fundación. La celebración de la Vigilia Pascual fue en la Parroquia de las Santas Justa y Rufina. Tras esto se produjo la procesión y Santo Encuentro en la Plaza Nueva. Allí, como manda la tradición, desde 1997 un niño o niña de la Hermandad le quita el puñal a la Santísima Virgen Dolorosa y  se produce  el momento del encuentro con Cristo Resucitado.



La mañana del Domingo estuvo marcada por el ruido frenético de los tambores anunciando la Resurrección de Jesús y el traslado de las imágenes hasta sus lugares correspondientes. 



Así terminó una Semana Santa más. Otra, pero diferente a la del año pasado y al del que viene. La que hemos vivido en el presente y que ya es historia. La que llenó las calles y plazas de gente  y algarabía, de caramelos y silencios, y de la que sólo quedan recuerdos.  Ahora manos a la obra para la próxima Semana Mayor del 2013.