miércoles, 27 de abril de 2011

Tenebrae Responsories


Foto: Lourdes Bernabé

La procesión del Santo Entierro de Cristo es de las más características y singulares de la Semana Santa oriolana. Hunde sus orígenes en los inicios de la Semana Santa, allá en el siglo XVII. La componen una serie de elementos que permanencen invariables e inalterables: la figura de un caballero portaestandarte, la participación de los estamentos y grupos de poder de la ciudad, la Diablesa y sus formas barrocas-demoníacas, los militares y caballeros que llevan a la Soledad.

La liturgia del Jueves Santo habla de la elevación de un lugar apropiado, distinto al altar mayor, para la reserva y adoración de Jesús Eucaristía durante el Triduo Pascual. Un altar efímero para recordar los últimos momentos de la vida de Cristo. La Palabra "monumento" viene del latín "monumentum" y significa tumba, sepulcro, señal. Lo recoge muy acertadamente la obra "Sepulto Domino" de Tomás Luis de Victoria, uno de los más grandes del Renacimiento español.


Sepulto Domino, signatum est monumentum,

volventes lapidem ad ostium monumenti,

ponentes milites qui custodirent illum.

Versus: Accedentes principes sacerdotum ad Pilatum,

petierunt illum.


Foto: Lourdes Bernabé


Una vez enterrado el Señor, fue sellado el sepulcro,

haciendo rodar una piedra hasta su entrada,

poniendo soldados que lo guardaran.

Acercándose los príncipes de los sacerdotes hasta

Pilatos, le pidieron que pusiera soldados para vigilarlo.


Foto: Lourdes Bernabé


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